Pocas veces puedes sorprendente tanto con un accidente natural como con el meandro Melero. Las vistas desde el mirador son increíbles.
Abrir mapa Caminomorisco (Cáceres), España
No es lo mismo verlo en directo, desde el mirador, que ver fotografías. Te lo aseguro, no es lo mismo. Seguramente pensarás que no es más que un meandro y, créeme, cuando llegues al mirador y contemples, desde lo alto, el paisaje que nos ofrece este maravilloso accidente natural, vas a cambiar de opinión.
Recuerda que puedes ir en coche hasta el mirador, pero mi consejo es que dejes el coche un poco antes y recorras al menos el último tramo andando. Es una pista de cemento muy fácil y que te permitirá llenar los pulmones de aire limpio de montana.
Es curioso, pero el mirador del meandro está en Extremadura y el meandro, propiamente dicho, se encuentra en la comunidad de Casitilla y León. El río Alagón sirve de frontera natural entre ambas comunidades. Por tanto, el mirador pertenece a Extremadura y, por cierto, está muy bien preparado. A la llegada tiene una pequeña zona donde aparcar y una zona cubierta desde donde contemplar el paisaje. Y si lo deseas puedes bajar unos metros hasta un balcón (un segundo mirador) que nos ofrecen unas vistas más próximas. Llevate cámara e incluso prismaticos, pues desde allí, podrás contemplar algunos buitres leonados. Este acceso hasta el balcón está muy bien preparado con una pasarela enorma, que permite bajar con carrito de niño o con silla de ruedas. Las vistas en ambos casos, son impresinantes.
Apunta este publecito, Riomalo de Abajo. Es una alquiería de Caminomorisco que está realmente lejos de cualquier sitio. Situado entre montañas es un paraiso de tranquilidad y naturaleza. Que la distancia no te arrugue el ánimo, pasar un día por la zona es una verdadera gozada. Cuando llegues al pueblecito, deja el coche junto al puente, en la zona de aparcamientos de la piscina natural. Allí tienes una zona de baño y un restaurante para comer justo al comienzo del puente (si vas a comer, reserva previamente, pues se suele llenar en fines de semana). Es buena opción, acabar la visita al meandro y comer algo en la terraza del restaurante.
Pero vamos con lo que importa. Tienes tres opciones:
La primera es dejar el coche justo en la piscina y caminar hasta el mirador. Se trata de una subida de aproximadamente 3 km, que se hace muy bien, porque se trata de una pista de cemento que va ascendiendo progresivamente y por donde circulan todo tipo de turismos sin ningún problema. Llegarás un poquito cansado, pero la vuelta, se hará muy bien. Nada mejor que un buen paseo (6 km en total) para abrir el apetito.
La segunda en subir el primer repecho en coche y dejar el vehículo a medio camino, justo en el cruce del camino que baja hasta el meandro. El lugar es amplio y siempre hay coches aparcados (no tiene pérdida). Desde ahí, es justo la mitad, y nos habremos quitado la parte del camino más empinada. También muy recomendable.
Y la última, ya sabes, llevar el coche hasta el mirador, y disfrutar de las vistas sin necesidad de dar un solo paso. Créeme, esta es la que menos me gusta, quizás porque además de perderte las vistas del paisaje que nos ofrece la ruta, evitarás hacer un poco de ese ejercicio que necesita nuestro cuerpo para sentirse reconfortado cuando le premiemos con una buena comida.